ARTESANAL

La tradición de bebidas alcohólicas en México tiene raíces prehispánicas, donde los procesos de fermentación del maíz y del agave dieron origen a bebidas utilizadas en rituales y costumbres. Con la llegada de los españoles en el siglo XVI y la introducción de los alambiques, nació la destilación de agaves silvestres en la región de la Nueva Galicia (hoy Jalisco). De este proceso surgió la raicilla, heredera del “vino de cerro” indígena, que pasó de ser una bebida ritual y de acompañamiento en el trabajo minero a convertirse en un destilado de identidad regional. Su carácter artesanal se mantuvo a lo largo de los siglos, pese a prohibiciones y a la falta de reconocimiento formal. Hoy la raicilla cuenta con denominación de origen, normas de calidad y se produce en pequeñas cantidades, manteniendo su esencia artesanal y exclusiva. Esto la proyecta como un destilado con alto potencial de crecimiento internacional, siguiendo el camino que una vez recorrió el tequila, pero preservando su autenticidad y producción limitada. En Sierra Alta Spirits impulsamos un modelo de negocio que busca posicionar a la raicilla como un destilado noble, auténtico y artesanal de México para el mundo, enfrentando el reto de darla a conocer y aprovechando las oportunidades de una industria emergente.